jueves, 11 de junio de 2009

Reconstrucción. Todos somos productores de Ficción


RECONSTRUCCIÓN, es una película realizada en el año 2003, por el joven cineasta danés Christopher Boe. La película y su director, han ganado numerosos premios y reconocimientos por parte de la crítica como el Premio Donostia al mejor director en el festival de San Sebastián 2003, y la Cámara de oro y Premio de la juventud en el festival de Cannes en el mismo año.

Reconstrucción, relata la forma en que un escritor va tejiendo una historia, cual si fuera una novela, cuyo tema principal es el de las relaciones amorosas que se presentan a partir de la construcción y encuentro de cuatro personajes; La diégesis de la película, se construye precisamente a partir de lo que el escritor August Holm, comienza a narrar.

Esta es la historia: Por un lado August Holm, se incluye así mismo como un personaje, es un escritor afamado que está casado con una mujer muy bella y joven. La relación comienza a desgastarse porque August dedica la mayor parte del tiempo a su profesión. Aimée es la esposa de August y cansada del olvido de su marido sale en soledad a conocer las ciudades por las que viaja con el escritor. Por otro lado, están Alex, quien es un hombre joven dedicado a la fotografía, y su novia Simone, con la que vive y lleva una relación de mucho tiempo. Por “casualidades” dentro de la diégesis, y por causalidades, construidas por el narrador que escribe la historia, Alex y Aimée se conocen, viven un tórrido y fugaz romance cuyo destino final será manipulado por el escritor de la película.

Estructuralmente, hay en el film una clara diferenciación entre historia y discurso, misma que se logra gracias al manejo y ordenamiento de todas sus instancias narrativas. El discurso, da paso a la consecución de la historia, interrumpe constantemente la secuencia lógica y lineal de la diégesis. El énfasis del discurso: Todo es ficción, es una reconstrucción. Así, la película es un medio por el cual queda asentada la postura reflexiva en cuanto a la cinematografía misma, que tiene el director. La película es autoreferencial en el sentido de mostrar su naturaleza propia, ya que, al igual que la literatura es un artificio. Muestra cómo el cine es un medio para representarse y construir un enunciado, a su enunciador y a su espectador.

Es por esto, que el título de la película es particularmente autoreferencial, más que una historia o dos historias de amor, la película es una referencia a las cualidades mismas de su propia materialidad y condiciones de posibilidad. El establecimiento de un convenio, de un código comunicativo así como de una relación muy especial entre narrador y espectador, son estas condiciones de posibilidad, sin las cuales el cine no sería lo que es, un arte y un medio de expresión. Así mismo, muestra cómo la narración es algo que constituye el pensamiento, el logos humano, y su lenguaje.
De alguna manera, al igual que August, todos somos escritores de nuestras historias sean de la realidad o producto de nuestra imaginación, lo único que podemos hacer es reconstruir, tratar de pegar los pocos fragmentos que recordamos, que percibimos desde nuestra subjetividad. Todos somos, con mayor o menor consciencia de ello, productores de ficción.